El laboratorio del hipódromo de San Isidro será homologado en los próximos días por la Federación Internacional de Autoridades de Carreras de Caballos (IFHA) como establecimiento de referencia y todos los Jockey Clubs de América del Sur tendrán la posibilidad de dejar de enviar las muestras de sus clásicos de Grupo a uno de los seis centros del mundo que ya tienen la certificación de esa entidad, con el costo que ese trámite supone, como sucede ahora.

Esos frascos que trasladan material de los tres primeros clasificados deben ser enviados en cada clásico black-type del Libro 1 de la International Cataloguing Stantard (The Blue Book). La Argentina seleccionó en su momento el Laboratoire Des Courses Hippiques, de Francia, con lo que además del gasto (necesario) la demora en la devolución de los resultados muchas veces hacía improbable la anotación de los ejemplares afectados en una carrera posterior (innecesario). Hace tres meses fue incorporado el Laboratory of Racing Chemistry de Japón, después de una gestión que duró tres años, un período extenso, si se quiere, para un turf tan poderoso.

Horacio Espósito, vice-chairman de la IFHA, trabajó en los últimos tres años para lograr esta meta, con más resistencias dentro del país que afuera, en los exigentes foros internacionales que frecuenta, ya no como representante de América del Sur sino como dirigente preocupado por alcanzar la armonización, ese vocablo que es leitmotiv del ente mundial.

El directivo argentino necesitaba primero que en su país se aceptara unánimemente el laboratorio del Jockey Club como referencia. Los hipódromos de La Plata y La Punta ya se integraron y Palermo manifestó extraoficialmente su beneplácito para sumarse. “Hubo una reunión del Comité Ejecutivo de la IFHA aquí en Hong Kong. Al Pellegrini voy en representación de la federación, ese sombrero no me lo puedo sacar, tengo mis obligaciones”, comentó a REVISTA PALERMO desde Asia.

“Voy a dar una visión personal extraída de mis encuentros con el Board Management que dirige el alemán Winfried Engelbrecht Bresges (presidente del Jockey Club de Hong Kong y de la Asian Racing Federation) y que integro como uno de los cuatro vice-chairman: por Europa, el irlandés Brian Kavanagh; Jim Gagliano, presidente del Jockey Club de los Estados Unidos y representante de América y el japonés Masayuki Goto, por Asia”.

Espósito lleva décadas en las entidades internacionales. “Si bien represento a Sudamérica, fui elegido por el Comité Ejecutivo y mi función, desde hace muchos años, es tratar de defender a nuestra región y lo hago en particular porque soy argentino, socio del Jockey Club Argentino, entonces esto me sale en forma natural, pero tengo muy claro que soy la IFHA y tengo muy claras sus metas, entonces trato de ver de qué manera puedo componer las dos posiciones”, continuó. “Intento mostrar que nuestra región, que es la más débil comparativamente, tiene una realidad; no es fácil entrar en el pensamiento de los dirigentes mundiales.

–¿Cuáles son las dificultades de nuestra región?

-Sudamérica tiene su idiosincrasia, donde todos se creen con derecho a opinar de todo (mientras en el mundo hay especialidades) y donde la comunicación no existe, no hay una estrategia de comunicación, no sé las causas. Para empezar, hace falta inversión. En la federación tenemos una estrategia de difusión, para los rankings, para explicar las ideas.

–Al margen de lo económico-financiero, el turf argentino, por caso, sigue las reglas de la IFHA, en general.

-Todos los países tienen la obligación de hacer control del doping en todas sus carreras, sobre todo los que están en el Libro 1, al menos al ganador, porque además del deporte está el juego. El control del doping y el registro del Stud Book son dos condiciones que no deben faltar en un hipódromo. Lo más importante que tiene la región son las carreras de Grupo.

–¿Cómo se arribó a la decisión de que San Isidro sea laboratorio de referencia?

-Hace muchos años que trabajo con el laboratorio de San Isidro. Dimos la posibilidad para que cualquier laboratorio pueda ser de referencia y al final quedó el de San Isidro, que tenía a Fernando Peña –fallecido este año- impulsando las mejoras. Las exigencias de la IFHA, difíciles de aplicar, tuvieron que ver con condiciones técnicas y económicas.

El año pasado se le dio una excepción al Jockey Club Argentino (JCA) para que no se enviaran las muestras a Francia. Este año le mandé una carta al JCA para que todos los controles en las carreras de black-type se realizaran en San Isidro, y los Grupos 1 al exterior. Fue una apuesta mía ante mis pares. Ahora tengo que coordinar una reunión con la OSAF y los franceses, para hacer un reporte en el que debe establecerse el estatus del laboratorio y lo que es necesario hacer en San Isidro.

La entretela de las negociaciones de Espósito dentro de la IFHA y fuera de ella no resultó expeditiva. “Tuve conversaciones bastante tensas en la Argentina. El laboratorio del JCA va a ser de referencia, aunque no va a cumplir por ahora con todos los requisitos que tienen otros, pero conseguimos que todos los controles de carreras de black-type de la región se hagan en San Isidro. Al laboratorio de San Isidro ningún hipódromo o federación lo ayudó económicamente para equiparse. Fue una inversión propia”.

–¿Cuándo se podrán recibir muestras de los hipódromos externos en San Isidro?

-Eso puede llevar días o semanas, dependerá de mis reuniones en la Argentina, donde voy a estar para el Carlos Pellegrini. Es un tema que tengo que hablar con el presidente del JCA, Juan Villar Urquiza. El JCA tenía como un gran objetivo la homologación del laboratorio de San Isidro como centro de referencia desde hace años. Como socio del Jockey Club es un orgullo esta designación. Se hizo un gran esfuerzo y solo queremos ayudar.

Espósito resume el cambio de mentalidad que hace falta producir aquí y en la región. “Lo que se debe entender es que la federación está haciendo una excepción muy grande, algo que seguramente traerá la demanda de los otros países de nuestro bloque para que se les dé el mismo estatus a sus laboratorios. La IFHA no quiere destruir a la industria del Sur como piensan algunos. Es importante que por lo pronto los hipódromos de la Argentina estén alineados y que los foráneos decidan por sí mismos integrarse. En ese momento sabremos qué significa la OSAF y cuál es el apoyo de sus miembros”.