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Los reclamos sin resolver no deben esperar otro accidente
Del Editor
10/01/2023
Como ocurre con cada accidente que sufren los jockeys, el que tuvo Esteban Torres en la mañana del 30 de diciembre, en Palermo, muestra que la seguridad de todos los que montan caballos de carrera, desde que salen del stud hasta el vareo, el ejercicio o la competencia, debe custodiarse siempre, y mejorarla desde cada lugar: los hipódromos, las asociaciones sindicales y entre los mismos jinetes.
Se ha avanzado a lo largo de los años para minimizar consecuencias graves, por cierto, en el equipo de los jockeys, con cascos más grandes y chalecos, estos últimos de comprobada eficacia en la mayoría de los casos de golpes en el pecho y la zona costal. Más atrás en el tiempo, la incorporación de las ambulancias en las pistas siempre que hay actividad y las mejoras de los seguros se fueron adaptando a un deporte de alto riesgo para los trabajadores.
Y aquí merece puntualizarse el análisis: las pólizas de seguros corren por cuenta de los propietarios, que en el caso de Palermo supone el 2,5% del premio, una exacción más para los que sostienen el espectáculo a través de sus protagonistas centrales. Los hipódromos deberían hacerse cargo de una parte de ese gasto, compartirlo con los dueños que pagan cada peso de manutención en alquileres, electricidad y empleo del palafrenero el día de la carrera (insólito), entre otros. La cuestión parece ser exprimir una misma fruta, sin importar demasiado si eso reduce las ganancias de una caballeriza, que derivan en inversiones en nuevos productos, generan mano de obra y alimentan cada eslabón del turf hasta la reunión hípica.
Torres, que cayó de la montura de una potranca (al chocar la yegua contra los postes de cemento se sacó un vaso y por las lesiones debió ser sacrificada) presentó traumatismos en el tórax y el abdomen, que requirieron intervenciones quirúrgicas para detener el sangrado hepático, por caso. Ya le fue retirado el respirador, según informa el Servicio Médico del Hipódromo de Palermo, que agregó que se encuentra lúcido y su abdomen continúa en las mismas condiciones, aunque desarrolló una neumonía por lo cual está en tratamiento con antibióticos.
A Palermo le queda resolver el tema que dejó flotando este incidente, de la empalizada, la estructura que rodea el perímetro de las pistas contra la que golpearon el jockey y su yegua, que debió ser sacrificada por la lesión al impactar con los postes en la caída. Esa delimitación, con la baranda de madera sostenida con postes de cemento, en opinión de la Unión de Jockeys de la República Argentina (UJRA) cuyo secretario general es José Lufrano, idea que comparte con la mayoría, debe ser reemplazada por una de plástico. “Este es un accidente que pudo haberse evitado -reza un comunicado del gremio- si el hipódromo de Palermo hubiera escuchado los innumerables reclamos de UJRA”, al respecto, y así sumarse a “los hipódromos internacionales que cumplen con las medidas básicas de seguridad”.
Torres, que está afiliado al otro sindicato de jockeys y entrenadores, la Asociación Gremial de Profesionales del Turf, “se encuentra mejor, ayer pudo alimentarse, comió un yogur”, comentó Hugo Sanagua, secretario gremial de la entidad que dirige Nicolás Ferro, y que asiste a Chuchú diariamente.
“La recuperación lleva tiempo, va despacio”, informaron los médicos que lo asisten en la Clínica Bazterrica.
“Queremos solucionar el problema sin hacer política; estamos hablando con Palermo, hace tiempo que hablamos con ellos” afirman en la sede de la entidad gremial de Martínez, que dio a conocer una nota para sus afiliados en la que amplía el temario de solicitudes. “Nos vemos obligados a repudiar actos arbitrarios (distribución de premios, distanciamientos, sanciones, villa hípica, etc.) por parte de la Comisión de Carreras del Hipódromo de Palermo en contra de nuestros afiliados, representados y a la actividad en sí”.
Respecto de las últimas suspensiones a jockeys, la Gremial apuntó: “No es viable que algunos integrantes de la comisión, ajenos a esta industria, impongan una sanción a un jockey, un entrenador o a un caballo por algún desempeño y conducta inapropiada, según su interpretación del Reglamento General de Carreras”.
El sindicato aclara que “a nuestro Gremio le son ajenos los intereses que HAPSA pueda tener con otras asociaciones”, comienza el texto de la nota titulada “Incertidumbre en el Hipódromo de Palermo”.
Se ha avanzado a lo largo de los años para minimizar consecuencias graves, por cierto, en el equipo de los jockeys, con cascos más grandes y chalecos, estos últimos de comprobada eficacia en la mayoría de los casos de golpes en el pecho y la zona costal. Más atrás en el tiempo, la incorporación de las ambulancias en las pistas siempre que hay actividad y las mejoras de los seguros se fueron adaptando a un deporte de alto riesgo para los trabajadores.
Y aquí merece puntualizarse el análisis: las pólizas de seguros corren por cuenta de los propietarios, que en el caso de Palermo supone el 2,5% del premio, una exacción más para los que sostienen el espectáculo a través de sus protagonistas centrales. Los hipódromos deberían hacerse cargo de una parte de ese gasto, compartirlo con los dueños que pagan cada peso de manutención en alquileres, electricidad y empleo del palafrenero el día de la carrera (insólito), entre otros. La cuestión parece ser exprimir una misma fruta, sin importar demasiado si eso reduce las ganancias de una caballeriza, que derivan en inversiones en nuevos productos, generan mano de obra y alimentan cada eslabón del turf hasta la reunión hípica.
Torres, que cayó de la montura de una potranca (al chocar la yegua contra los postes de cemento se sacó un vaso y por las lesiones debió ser sacrificada) presentó traumatismos en el tórax y el abdomen, que requirieron intervenciones quirúrgicas para detener el sangrado hepático, por caso. Ya le fue retirado el respirador, según informa el Servicio Médico del Hipódromo de Palermo, que agregó que se encuentra lúcido y su abdomen continúa en las mismas condiciones, aunque desarrolló una neumonía por lo cual está en tratamiento con antibióticos.
A Palermo le queda resolver el tema que dejó flotando este incidente, de la empalizada, la estructura que rodea el perímetro de las pistas contra la que golpearon el jockey y su yegua, que debió ser sacrificada por la lesión al impactar con los postes en la caída. Esa delimitación, con la baranda de madera sostenida con postes de cemento, en opinión de la Unión de Jockeys de la República Argentina (UJRA) cuyo secretario general es José Lufrano, idea que comparte con la mayoría, debe ser reemplazada por una de plástico. “Este es un accidente que pudo haberse evitado -reza un comunicado del gremio- si el hipódromo de Palermo hubiera escuchado los innumerables reclamos de UJRA”, al respecto, y así sumarse a “los hipódromos internacionales que cumplen con las medidas básicas de seguridad”.
Torres, que está afiliado al otro sindicato de jockeys y entrenadores, la Asociación Gremial de Profesionales del Turf, “se encuentra mejor, ayer pudo alimentarse, comió un yogur”, comentó Hugo Sanagua, secretario gremial de la entidad que dirige Nicolás Ferro, y que asiste a Chuchú diariamente.
“La recuperación lleva tiempo, va despacio”, informaron los médicos que lo asisten en la Clínica Bazterrica.
“Queremos solucionar el problema sin hacer política; estamos hablando con Palermo, hace tiempo que hablamos con ellos” afirman en la sede de la entidad gremial de Martínez, que dio a conocer una nota para sus afiliados en la que amplía el temario de solicitudes. “Nos vemos obligados a repudiar actos arbitrarios (distribución de premios, distanciamientos, sanciones, villa hípica, etc.) por parte de la Comisión de Carreras del Hipódromo de Palermo en contra de nuestros afiliados, representados y a la actividad en sí”.
Respecto de las últimas suspensiones a jockeys, la Gremial apuntó: “No es viable que algunos integrantes de la comisión, ajenos a esta industria, impongan una sanción a un jockey, un entrenador o a un caballo por algún desempeño y conducta inapropiada, según su interpretación del Reglamento General de Carreras”.
El sindicato aclara que “a nuestro Gremio le son ajenos los intereses que HAPSA pueda tener con otras asociaciones”, comienza el texto de la nota titulada “Incertidumbre en el Hipódromo de Palermo”.
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