En el comentario individual de la Palermo Rosa rezaba:''Llevará una pluma en su montura y a esa ventajita deberá echar mano para sorprender. Va de punto''. Y el Heliostatic le dio curso a lo señalado, vino abierto en el tercer puesto, por los 600 apretó el acelerador, se ciñó a los palos y soportó con hidalguía ''todo lo que le tiraron''. En vano fueron los esfuerzos del invicto Light Blue Fantasy - con el que hubo revancha inmediata-, los arrestos de Ya Te Muestro por al parte interna y los amagues del ''pesao'' Global Big a media cancha. Nada le regalaron al zaino entrenado por José Orlando González, con lucida conducción de Brian Enrique, uno de los jóvenes jinetes argentinos con mayor proyección. El Clásico Tresiete (L) para Jolly Good, sobre las 20 cuadras del césped norteño, al cabo de 2'02'76. Fue la segunda copa de su historial, y la primera estelar. ¡Toda una hazaña de su parte!