Invicto desde el 9 de setiembre y a lo largo de tres salidas, el hijo de Fortify ya había exhibido sus enormes cualidades. Pero sin embargo, para encarar el Pellegrini con expectativas, Juan Saldivia necesitaba una prueba más: el salto de los 1800 metros a los 2500. El objetivo, llegar a la gran final del turf argentino en inmejorables condiciones para las exigentes 24 cuadras de recorrido.

Y al ganar el Clásico Mineral (L), central de esta tarde, el zaino doradillo de Las Canarias terminó de convencer a su preparador con esa holgada victoria por 9 cuerpos que el criado por La Biznaga comenzó a edificar al comienzo de la recta; allí donde se sacó de encima a Reik y se encomendó a su cuarta victoria consecutiva.

Es cierto que en el final Rohit Joy pareció "apagarse" un poco; bajó el ritmo, pero hay que tener en cuenta que Juan Noriega se relajó sobre su montura; le aflojó el cuerpo. ¿Para que seguir exigiéndolo si el triunfo estaba asegurado?

Quedó entero el galopador y de acá al final de la tercera semana del mes que viene todo estará abocado a su mantenimiento y a delinear el plan de carrera de su compromiso más exigente. Desde acá hasta entonces, seguramente no parará de sonar el teléfono con ofertas.