Así, con un sport de cuatro cifras, se resolvió el segundo Gran Premio de la fresca tarde sanisidrense, en una definición a la que le sobró emoción.

En la recta Lauda Air avanzó, desalojó a French Twist que "se coló" por los palos, e intentó la disparada, y hasta parecía que el de La Providencia se saldría con la suya. Hasta que atropelló con mucha fuerza Imperador, descontó terreno, alcanzó en el disco y tras una verde que duró tan sólo unos minutos, determinó que el hijo de Treasure Beach había ganado por el hocico. Y si Altair Domingos se prodigó sobre Lauda Air, otro tanto hizo William Pereyra, a quien no le faltó rigor para llevar a la victoria a su conducido y asegurarse así su primer triunfo en el más alto nivel.

En una año excepcional, Stud Rdi tiene a un potrillo como Ivar para encarar el turf norteamericano con fundadas expectativas. Y a su vez, a otro como Imperador, capaz de luchar hasta el final para ganar un Grupo 1 en las pistas argentinas.