La prueba central del viernes en el hipódromo de Palermo fue el Clásico Coronel Miguel F. Martínez (G3), competencia en la que se enfrentaron potrillos de 3 años sobre 1.800 metros, e inicia el habitual camino alterno en la ruta hacia el Gran Premio Nacional (G1), donde el descendiente de Super Saver consiguió tremenda conquista para responder al buen concepto que maneja.

Con la conducción de Gustavo Calvente, el zaino se movilizó expectante en posiciones intermedias, mientras El Escudo registraba los parciales con serias intenciones de unir los extremos, pues, se desplazaba con total libertad.

 Pero al ingresar a tierra derecha, el nieto de Van Nistelrooy ya se asomaba por líneas internas, acelerando el paso para ir al acecho del representante de S. De B, que en la mitad de la recta lucía como el virtual ganador hasta que el pensionista de Nicolás Martín Ferro lo arrolló al promediar la cuadra final, apoderándose así del comando a escasos metros de la meta y firmar la sentencia con ½ tanto de diferencia sobre su rival más próximo.

En crono oficial de 1’46”72c, el nacido y criado en Firmamento cristalizó el 2º éxito de su historial en igualdad de presentaciones, dejando en evidencia la garra corredora que ostenta para proseguir en alza y continuar llevándose protagonismo en el proceso selectivo.