Y Didia ganó a lo Didia. Es decir, asumiendo el protagonismo desde el vamos y no abandonándolo hasta cruzar la meta con 4 cuerpos de ventaja. Luciano Cerutti le había dicho a William Pereyra, jinete de la hija de Orpen, que si ninguna agarraba la punta asumiera esa responsabilidad. Y el jockey así lo hizo, las rivales la dejaron florear adelante a la zaina, que escapó en la recta fiel a su costumbre y rumbo a su victoria consagratoria. Nada menos que en "el Pellegrini de las yeguas", ese cotejo por el que antes había transitado exitosamente el camino que conducía al mismo y al ganar el Clásico Federico de Alvear (G1) y el Gran Premio Enrique Acebal.

La emoción se mudó a la definición por el segundo puesto, el que en base a su guapeza sostuvo Justify My Love que logró el puesto de escolta por 1/2 cabeza por sobre Bononia que en el final había atropellado con fuerza.

Ganó a lo buena Didia y se consagró como la mejor yegua de la temporada. El sueño de que se convierta en la próxima embajadora del turf argentino en el exterior se puso en marcha.