Siempre En Mi Mente comenzó la temporada con una
actuación descollante en el Miguel Angel y Tomás Juárez Celman (G2).
Hembra que siempre se mostró clásica, Siempre En Mi
Mente había terminado 2021 el 22 de noviembre en la arena palermitana con la
peor colocación de su campaña en una prueba millera gracias aquel 5º de Orpen
Moon en el Carlos Tomkinson (G2). Pasaron casi 3 meses para que la de Pozo De
Luna haga lo que se llama un barajar y dar de nuevo y reaparezca en su máxima
expresión, montada por supuesto por quien estuvo en su silla en diez de once
salidas, Eduardo Ortega Pavón.
En principio se dedicó a controlar desde no muy
lejos a una puntera que protagonizaba un regreso esperado, en nuevas manos,
tras cinco meses de ausencia como Agua Maxima. Temprano en la recta, Siempre En
Mi Mente se encargó de igualar a la vanguardista y una vez que se puso al
frente, brindó un verdadero espectáculo para cruzar el disco con 8 largos de
ventaja que no hacen que más que confirmar que 2022 la tendrá nuevamente entre
las mejores milleras de nuestro medio.
Párrafo aparte para Agua Maxima que por su calidad,
está claro que merece más oportunidades.