La cantidad de nacimientos en la Argentina se desplomó un 30% en la última década, según los datos oficiales publicados por el Stud Book Argentino.
De acuerdo a los registros de la entidad, en 2021 se inscribieron
6.011 ejemplares, contra los 8.805 que se produjeron en 2012.
La pendiente fue constante durante todo el período y la caída más abrupta se produjo entre 2018 y 2019, cuando de 7.295 pariciones pasamos a 6.397, lo que implica una disminución de 12%.
Al respecto cabe recordar que 2018 fue el año se planteó la batalla para sostener los fondos de la Ley del Turf, cuando la ex gobernadora María Eugenia Vidal había intentado arrebatárselo para financiar las cuentas provinciales con su ministro Hernán Lacunza como ladero.
Es imposible no vincular la merma en la producción al temor de los criadores a una profunda caída en el mercado si se avanzaba con la norma que proponía Vidal, pero no es menos cierto que luego la tendencia no se revirtió, ni por cerca, apenas se atenuó.
Lo que también muestran las cifras son las graves consecuencias que provocar en una actividad decisiones políticas tomadas sin la información necesaria.
No obstante, este es apenas un mojón de una barranca abajo que se prolonga desde hace mucho tiempo, atizada por una economía que lejos está de incentivar inversiones y mucho menos de generar la rentabilidad necesaria para que más propietarios se acerquen se animen a disfrutar de un SPC.
Los nacimientos de 2021 apenas pudieron sostenerse por encima de los 6.000 a partir de una contracción de 3,4% respecto a 2020, siempre tomando como base las cifras del Stud Book.
Los números de los últimos 10 años son los siguientes:
2012: 8.805
2013: 8.126
2014: 8.123
2015: 7.713
2016: 7.481
2017: 7.670
2018: 7.295
2019: 6.397
2020: 6.206
2021: 6.011
Quedarnos sólo con que esta debacle fue parte culpa de Vidal y otra parte de un país que no ayuda, es simplificar el análisis al punto de buscar excusas en los otros.
Porque visto desde otro ángulo económico la pregunta sería ¿por qué no se potenció la exportación en el mismo período dado que cada vez es más favorable para compradores del exterior hacerse de productos argentinos criados en las mejores tierras de la región?
En 2012 el Stud Book registró 292 exportaciones, similar a las de 2021. En términos de porcentaje subió de 3,6% a 5% pero por cambio de dividendo y no de divisor.
Sin dudas hay responsabilidad de la actividad, que a la luz de las cifras prefiere descansar en lo que aporta el fondo de incentivo bonaerense y el dinero de los slots porteños en lugar de promover cambios de fondo.
Es indiscutible que en un país estancado desde hace una década resulta una misión imposible sostener un negocio, cualquiera sea. Pero la hípica está adormecida, con un piloto automático que detecta la pérdida de altura día a día, mes a mes, año a año, y no hace nada para estabilizar la nave.
La pandemia agravó los problemas que teníamos. Lejos de generar cambios positivos instaló las peores prácticas; por ejemplo, maltratando a los aficionados. ¿Cómo se puede generar interés en un nuevo propietario si para ver a su caballo lo obligan a sentarse en una tribuna cuando llueve o al rayo del sol en pleno verano, o en su defecto lo hacen sentar en un banquito en la vereda para ver un televisor atrás de la vidriera de una agencia de quiniela?
Todo muy parecido al cuentito de la ranita en el agua caliente…