Casi con la misma fórmula con la cual 24 horas antes había guiado al disco triunfal a Carameliza en San Isidro en el Clásico Olavarría (G3), Francisco Goncalves contuvo al pupilo de Arnaldo Vigil la primera parte de la carrera, al punto que el Catcher In The Rye quedó bastante lejos de Elcisa, la decidida puntera que corrió perseguida por Vetrato y Camp David.

A 200 metros pasó lo que ha sucedido en más de una ocasión con la puntera de La Cuota, esto es que aflojó de golpe, y ahí les dejó tierra fértil a los atropelladores. Y el que mayor fuerza mostró por supuesto fue Lorenzo Rye, que pasó de largo y con tanta potencia que terminó arribando al disco sujetado por su jockey y con 2 1/2 cuerpos a favor sobre Paris Tech, otro de los que dejó lo mejor para el final. Iron Heart también descontó en el epílogo de la competencia y eso le permitió subirse al tercer escalón del podio a 1 1/2 cuerpo del escolta. Todo ocurrió en 54''80c.

De esta forma y recuperando el ímpetu de su atropellada, Lorenzo Rye ratificó que todavía tiene mucho para dar.