Con jockey y preparador chilenos, el argentino
representante de la hípica peruana Super Corinto se tomó revancha ante O’Connor.
Cayó el campeón, con las botas puestas, es cierto,
pero cayó. Y no fue en una carrera más, pues el suceso se dio en la más importante
del calendario del teatro palmeño, el GP Hipódromo Chile (G1-2200 metros), que
sobre esa brava pista de arena le otorgó al vencedor un suculento premio de 71.950
dólares.
En esta oportunidad, el que salió a romper la
carrera, sacando varios cuerpos de ventaja y en parciales vertiginosos fue El
Egipcio (4 años, Boboman). En tanto y luego de picar con mucha intención, Super
Corinto (3 años, Super Saver) se mantuvo entre los de adelante de ese segundo
pelotón que se formó, con O’Connor (4 años, Boboman) cerca, sabiendo al que
tenía que controlar, y Win Here (8 años, Breathless Storm) haciendo la suya, en
el fondo. Super Corinto salió a buscar al puntero en el momento justo, dominó
temprano en la corta recta y se mantuvo al frente con mucha autoridad ante los
intentos en vano de O’Connor, que se tuvo que conformar con quedar como escolta
a 1 ¼ cuerpo, mientras Win Here llegaba 3º, 4 ¾ cps. más atrás en otra
demostración de nobleza.
Así cayó el último ganador en esa pista pero en 200
metros menos del último Latinoamericano (G1), O’Connor, frente al que lo había
escoltado en la cita continental, Super Corinto, de la caballeriza Jet Set y
criado por Firmamento, hijo de la ganadora clásica Tradizione Slam, por ende
hermano materno de los vencedores en ese nivel Ex Tradition y Tradizione Day.
Cabe destacar que Super Corinto fue conducido por
un jockey chileno que al igual que para el Latino, volvió a viajar desde USA
para montarlo, Héctor Berríos, y tiene un entrenador de la misma nacionalidad,
Juan Suárez, quien se fue del país transandino a los 14 años y que con este GP
Hipódromo Chile ganó por primera vez en su tierra natal, justo en el hipódromo donde
entrenaba caballos su padre.
Foto: Néstor Obregón