Las derivaciones de la investigación realizada por el Hipódromo de Palermo sobre una presunta maniobra por parte del jockey Gerónimo García en perjuicio de la compañía aseguradora que cubre a los profesionales amenaza con tener graves consecuencias para todos los jinetes.
Además de la sanción provisional a García, en las últimas horas el Hipódromo de Palermo comunicó que el doctor Octavio Arakaki dejó de pertenecer a su servicio médico.
Recordemos que -según la posición del Hipódromo Argentino- García dijo haber sufrido una lesión en carrera cuando en realidad la misma habría sido producto de una pelea en el cuarto de jockey y el médico actuante habría avalado la versión del jockey.
REVISTA PALERMO intentó comunicarse con García y Arakaki para conocer sus versiones, pero no respondieron las consultas.
Sobre lo sucedido -y a modo de Derecho a Réplica luego de lo publicado la edición pasada por REVISTA PALERMO- la Unión de Jockeys de la República Argentina (UJRA) solicitó “diálogo y el consenso para solucionar la problemática actual con respecto al seguro de los jinetes”.
“De dicho beneficio se gozó durante 17 años, luego apareció la pandemia y se cambió el seguro sin el consenso, ni la participación de los jockeys”, sostuvo la entidad.
La nota a cargo de UJRA que comanda José Lufrano añadió que “más allá del problema que tuvo nuestro compañero Gerónimo García quien nunca negó que haya tenido un forcejeo o riña, después de una discusión dentro del cuarto de jockeys con Aníbal cabrera, eso no lo hace un estafador. Entendemos que esta situación la debe resolver la Justicia, -es inocente hasta que se demuestre lo contrario- Es incomprensible y poco serio que lo hayan investigado 6 meses después del accidente”.
UJRA afirmó que “mucho esfuerzo y alto riesgo es la profesión del jockey, como para sumarle la desprotección de un seguro de vida y accidente. Les hacemos saber que dichas pólizas son abonadas en gran parte por los propietarios de los caballos (2,3 % de la bolsa de premios), el resto lo aporta los hipódromos de Palermo y San Isidro”.
“Cabe destacar que también perciben la ayuda de un subsidio por un lado y las máquinas tragamonedas por el otro para afrontar este tipo de situaciones”, indicó la entidad.
El texto finaliza apuntando que “lo expuesto aquí explica claramente que no es un problema económico. Se percibe una manifiesta contradicción de lo que se dice con lo que se hace cuando en realidad no es un problema económico. Lo que restaría es contratar un seguro de similares características como el que funciono durante 17 años. Para defender los derechos ya adquiridos, la actividad toda tiene que estar unida, porque hoy estamos siendo perjudicados nosotros, el día de mañana puede ser cualquiera de ustedes”.
No hay dudas que el hecho comentado sacó a la luz un tema muy sensible que puede explotar en cualquier momento.
Para ampliar el espectro de la información REVISTA PALERMO, dialogó con Nicolás Ferro, Secretario General de la Gremial de Profesionales, quien reconoció la gravedad de la situación y admitió que los hipódromos no descartan cambios en los contratos de seguros si se complica la relación con las empresas que prestan el servicio.
El contexto es el siguiente. Existen alrededor de 120 jockeys con cobertura vigente hasta fin de año por parte de las empresas BBVA Seguros y MAPFRE Argentina Vida y otro grupo (de menos participación) con lo que se denomina cobertura flotante.
Según trascendió, desde las compañías deslizaron la posibilidad de cumplir lo firmado en 2022 pero no hay certezas sobre la renovación.
¿Cuál es el foco del conflicto? Las demandas por montos superiores a los nomenclados.
De acuerdo a información que manejan tantos los gremios como los hipódromos, en una amplia mayoría de casos los abogados patrocinantes de jockeys accidentados interponen acciones judiciales cuestionando los montos a liquidar. Por ejemplo: si por determina lesión corresponde pagar un 5% de la póliza vigente (respetando la tabla que rige la actividad), los letrados interponen recursos y piden porcentajes superiores. Las compañías terminan acordando para evitar una serie de procesos propios de la actividad aseguradora que pueden perjudicar su perfil.
Dado que esta situación se ha convertido en una práctica habitual crecen los riesgos de que la actual compañía evalúe el retiro ante una inviable ecuación económica.
Ferro alertó sobre las consecuencias de que esto suceda: “No hay que llegar a eso porque no hay que olvidarse que nos costó muchísimo encontrar una compañía que acepte asegurar a los jockeys luego de la salida de la anterior. Si nadie nos asegura la opción es que los hipódromos de Palermo y San Isidro pasen a un sistema de pólizas colectivas y ya tenemos la experiencia de lo que sucede con esta modalidad en el Hipódromo de La Plata”.
En consecuencia, el dirigente apeló a la consciencia general para encontrar un camino de acuerdos y así evitar el deterioro de las condiciones laborales, ya que en caso de una reconversión del tema de los seguros quedarían expuestos aquellos profesionales que menos remuneraciones reciben.
Un hecho que parecía aislado terminó siendo la punta de un iceberg que devela un entramado de connivencias oscuras de consecuencias impredecibles.