Tras la rodada de Luis Vai con Pin Number en la 6ª carrera del sábado en el Hipódromo de San Isidro se vivieron momentos de mucha angustia. Los primeros reportes eran alarmantes. En la imagen oficial se observa como la ambulancia cruza la pista a toda velocidad en busca de la salida para trasladarlo a la clínica.
Pero antes de traspasar el portón la doctora Verónica Alvarez Leiza le pidió al conductor que se detenga. La vida de Vai corría peligro. Por lo impactante de los comentarios, no vale la pena describir el cuadro que observaba Verónica, simplemente decimos que era gravísimo. En ese instante decidió intubarlo en la ambulancia y le salvó la vida. Sin esa acción médica tal vez el final hubiese sido otro. Al cierre de esta edición Luisito Vai se está recuperando.
Verónica Alvarez Leiza demostró una altísima capacidad profesional y casi con seguridad evitó una tragedia. Desde este humilde espacio sentimos la necesidad de reconocérselo públicamente.
Una no tan buena. El Hipódromo de Palermo suspendió por 10 años a Gerónimo García tras una investigación en la que determinó que el jockey incurrió en una maniobra para hacer pasar una lesión producto de una pelea con un colega en el cuarto de jockeys por una consecuencia de su actividad profesional. Cabe recordar que por esta misma investigación fue desplazado de su cargo el doctor Octavio Arakaki. La sanción a García le impedirá participar durante ese período en hipódromos oficiales por el mecanismo de solidaridad que opera para el cumplimiento de suspensiones.
Mariano Cowen fue nombrado como Administrador General del Hipódromo de La Plata. En sus primeros pasos el nuevo funcionario mostró predisposición para encarar los problemas y principalmente escuchar a los que día a día realizan la actividad en el circo sureño. Entre las primeras medidas mandó a reorganizar la luminaria. Los focos en funcionamiento entre los 1500 y los 1900 metros los ubicó entre los 400 y los 1400 metros y así al menos la iluminación en ese sector es la adecuada, permitiendo acomodar de mejor modo los horarios de las reuniones. Todo mientras se espera que se cierre la licitación para la compra definitiva de las unidades necesarias.
El Hipódromo La Rinconada de Venezuela acaba de anunciar que la Serie Hípica del Caribe a realizarse en diciembre repartirá premios por US$ 1 millón. El Clásico del Caribe tuvo un aumento en la bolsa de 25% y el total a repartir trepará a US$ 500 mil dólares. En esta carrera sólo pueden correr caballos de la cuenca caribeña. Los extranjeros pueden participar en la Copa Invitacional que tiene una remuneración de US$ 70 mil dólares, pero el requisito es que hayan animado previamente alguna otra carrera internacional del calendario local. Impacta la comparación de los montos que maneja la hípica en un país sumido en una hiperinflación desde hace años, cuando por ejemplo la bolsa total del Gran Premio Carlos Pellegrini (G1) fue de US$ 100.000 o la del República Argentina (G1) rondó los US$ 75.000.
Los aficionados del turf podemos quedarnos tranquilos… no es contra nosotros. En varias oportunidades advertimos desde estas páginas la arbitrariedad con la que el Hipódromo de Palermo se maneja en el tema vestimenta y calzado, generando momentos ríspidos y muy tensos con personal que habilita o prohíbe ingresos a determinadas tribunas. Pero por lo visto nada tiene que ver con una discriminación a la gente de la hípica, sino que es una estrategia empresarial, como mínimo, fuera de época. Carlos Maslatón es un acaudalado financista de exposición pública y con participación en política. El último fin de semana intentó entrar al restaurant Bagatelle ubicado en la planta baja de la Tribuna Paddock y la casa hizo uso de su derecho de admisión y permanencia impidiéndole el ingreso por las zapatillas que calzaba. Enseguida, Maslatón, de intensa actividad en redes sociales, publicó lo sucedido y comparó un modelo permitido y el suyo con el fin de dejar al descubierto la absurda decisión. En las últimas semanas Bagatelle había desarrollado una fuerte campaña de branding (publicidad vestida de nota) posicionándose como un restaurant exclusivo y las repercusiones negativas de este hecho empañaron la inversión. Una visión vetusta y además mal aplicada. De un cariz similar, el domingo en el 2º piso de la Tribuna Paddock a un grupo de tres personas que se habían sentado en una mesa se les cobró la “consumición forzosa” con presencia intimidante de personal de seguridad. Un momento desagradable que da vergüenza ajena. De más está aclarar que el salón estaba al 50% de su capacidad, prueba una vez más de la errada política de atención al público.
Confiamos en que en algún momento se impondrá el sentido común.