La descendiente de In the Dark
logró jerarquizar su historial y se convirtió en vencedora gradual.
La contienda estelar de este
jueves en la Ciudad de las Diagonales fue el Clásico Raúl Aristegui (G2),
competición que citó a potrancas de la generación 2019, en recorrido de 1.500
metros, adjudicándose la conquista la que defiende los intereses de la
caballeriza Doña Pancha, que viajó por primera vez al Bosque en busca de
reivindicación y lo consiguió de manera consistente.
Conducida por Juan Cruz Villagra,
la alazana cariblanca que entrena Guillermo Frenkel se movilizó con serenidad
en las primeras de cambio, siguiendo expectante los parciales agenciados por la
candidata Una Arrabalera, fémina que no conocía la derrota en este trazado, pero
se topó con una que supo convencer cuando salió de anónima en Palermo, y aunque
a posteriori no pudo trascender en el bravío Gran Premio Jorge de Atucha (G1), se
dio el gusto de probar otros aires, permitiéndose repotenciar su figura como la
de una nueva referencia en el circuito sureño.
Al desembocar a la recta
definitiva fue en busca de la defensora de Tinta Roja, quebrando su resistencia
al promediar los 150 definitorios, momento en el que descolló para afianzarse
como líder indiscutida de la situación hasta retratarse frente al disco con 2
tantos de diferencia sobre Milagrosa Sureña.
Así, la nacida y criada en Vacación,
cosechó el segundo lauro de su historial luego de cuatro intentos, deteniendo
el reloj platense al cabo de 1’30”45c.