Nos tocó cambiar. Y nos tocó hacerlo para poder estar a la altura de las exigencias de ustedes, nuestros lectores, que no solo buscan información de calidad, sino que por estos días también poder obtenerla en los formatos que más les convenga, según sus necesidades de cada momento.

Como a todos, modificar nuestro entorno conocido nos ha generado incertidumbre, y la incertidumbre generó miedo, hasta que volvimos a conocer y a tener control sobre la nueva situación. Todo a nada de cumplir 100 años.

Tener el control de esta nueva situación nos ha exigido entender que con nuestras revistas impresas no alcanzaba, que debíamos incorporar tecnologías de la información y comunicación – las famosas TIC – que ayudan a transmitir y procesar información para llegar más y mejor.  Porque gracias a las nuevas tecnologías nos es posible comunicarnos desde cualquier lugar del mundo, en cualquier momento, de manera continua y permanente, eliminado las barreras geográficas.

 

Esta nueva era nos ha demandado convertirnos en un medio de comunicación con revistas gráficas, información digital y redes sociales. 

En este proceso, nos han acompañado muchos profesionales que han dejado todo en la revista. Que pusieron el hombro y trabajaron para salir adelante en situaciones complicadas. Que realizaron gestiones fundamentales para la economía de la revista. Que realizaron aportes invaluables en todo sentido. Pero que también les fueron fieles a sus convicciones, que en estos momentos iban por caminos diferentes al nuestro.

Este es el caso del jefe de Redacción y editor que a partir de esta edición ya no forma parte de Revista Palermo. Hoy nuestros caminos se han separado. Estamos muy agradecidos por todos estos años compartidos.

Hoy tenemos la responsabilidad de seguir adelante, con el desafío de permanecer vigentes en un contexto que se presenta adverso, pero a la vez esperanzador para quienes entendimos que el futuro es hoy.