Como muestra de su superación permanente, esta vez la pupila de Roberto Pellegatta tuvo otro grupo de rivales más exigentes, entre ellas Forty Cinque, yegua con roce y oficio, que significó una prueba de fuego para la de las sedas neuquinas. Sobre todo en esa última parte del recorrido en el que ambas monopolizaron la definición y la Cosmic Trigger sacó a relucir su garra para estirar ventajas y cruzar 1 1/2 cuerpo adelante de la de Rodeo Chico.

Seguro de su conducida, William Pereyra la guió de menor a mayor mientras Elmasa le ponía ritmo a la carrera y recién en la recta el piloto formoseño arrimó a la alazana que en los 250 se apareó a Forty Cinque y tras una breve pulseada dominó a su adversaria.

Sin dudas que "Cacho" Valenzuela no se equivocó al echarle al ojo a Belleza De Arteaga y a estas alturas y luego de cuatro éxitos al hilo, los dos últimos jerárquicos, la yegua le devolvió con creces la inversión al propietario neuquino que, junto a su hijo, seguramente emprendió el camino de vuelta a su ciudad pleno de satisfacción.