Otra de las competencias de relevancia en la jornada del viernes en Palermo fue el Clásico Guillermo Kemmis (G3), contienda en la que se enfrentaron potrillos de 2 años en distancia de 1.000 metros sobre la arena pesada, alzándose con los honores el vástago de Emperor Richard, que en muestras de calidad cruzó la meta con comodidad para mantenerse invicto.

El zaino que contó con William Pereyra en el sillín había llenado el ojo en su rotura de cascarón, trasladando esa performance al plano jerárquico para ser protagonista indiscutido, apoderándose del cetro en un contexto bravío donde varios de los concursantes lucían mucho para estar al tope, pero fue el pensionista de Mauro Linares el que se mostró más adelantado para ahora surgir como el macho referencia de la generación.

El criado por Nahuel Dodera empleó 56”84c para el recorrido, cristalizando así el segundo lauro de su historial en igualdad de intentos. ¡Pintó bárbaro!