La dinámica de los medios de comunicación, que es la misma dinámica de la vida, instala etapas insoslayables. No hace falta analizar el poder de Internet ni el de las redes sociales y las aplicaciones de mensajes personales, grupales y empresariales para saber de la necesidad de aggiornarse, de subirse al tren de la modernidad sin saltear estaciones. REVISTA PALERMO está en constante evolución en estos 100 años de presencia, algo que se dio incluso en los tiempos anteriores a esta actualidad tecnológica en la que los medios electrónicos redujeron casi todo a un click. Pero el año del centenario será especial.

Con el primer número de marzo –que se encuentra en sus manos– y cada semana, los lectores de la Blanca van a empezar a encontrar novedades.Algunas, por ese afán de estar al día, reconociendo lo necesario que es mantener ciertos formatos que una publicación tan minuciosamente especializada en público de turf no debe perder. Otras, obligadas por los vaivenes de un país inestable en muchos sentidos, pero sobre todo en el económico, como la importación de insumos, inviable debido a las restricciones para obtener divisas y los costos del papel, un producto que se volvió más escaso por la traslación de las revistas físicas hacia el formato digital y la inevitable migración de las audiencias a las plataformas electrónicas, lo que reduce las opciones de manufacturación de la pasta de celulosa.

Sin embargo, el crecimiento multimedia, masivo gracias a las redes sociales, contribuyó en cierta medida a expandir la apreciación de la revista en papel. La presencia de REVISTA PALERMO en Instagram, por caso, y su propia página web, despertaron el interés por el turf en general, lo que decantó hacia la fuente principal de información que es esta revista, cuya sola mención remite a las carreras de caballos y a los hipódromos, para el público de a pie. Como se ve, no hay motivos para dormirse en los laureles de los 100 años ni mucho menos en el carácter único que ofrece “la Palermo”.

En la presentación de los programas se observará un aprovechamiento integral de los espacios en función del buen uso del papel. Eso no irá en detrimento de la información habitual, que contendrá todos los datos que diferenciaron desde el primer día a la Blanca.

Como no podía ser de otra manera, este cambio en las formas tendrá su correlato en los contenidos. Habrá una inclinación hacia las historias con los protagonistas, como ya se viene dando con personajes consagrados y profesionales en ascenso, en notas que acercarán el foco a mujeres y hombres destacados, también a los equinos, más allá de sus velocidades en la pista. 

Desde luego, el diseño de las páginas lucirá renovado para acompañar ese aporte editorial novedoso y hacer más atractivo aún el abordaje de los temas que, aspira el grupo que trabaja en REVISTA PALERMO en cada área, sea recibido con la sensación de que se está leyendo una publicación única y no solamente por los datos más completos que puedan encontrarse en medios hípicos de la Argentina, vitales, sino también porque es posible entretenerse con la lectura.

Hay diarios centenarios en el país que se pueden ser considerados instituciones. Lo mismo ocurre con un puñado de revistas de géneros diversos, pero sobre todo de interés general. Por eso vivir 100 años con la salud y la potencia de REVISTA PALERMO en todas sus formas, desde las necesarias ediciones diarias hasta esta REVISTA BLANCA, y con el horizonte puesto en continuar progresando y en mejorar los productos, es remarcable. Por eso también merece que sea considerada como una institución centenaria.