Cada 7 de
junio se celebra la profesión que se abraza, como tantas otras, con una
dedicación que no sabe de sacrificios, de fines de semana, de feriados. El
periodista de turf conoce de primera mano lo que le insume a un jockey,
principalmente, o a los trabajadores de un stud, un haras o el hipódromo,
y a un entrenador, en tiempo de calidad con los afectos a cada uno.
No es este
espacio donde se van a comparar sus tareas con las de un médico, un policía o
un bombero, mártires antes que obreros en este país. Cada cosa en su lugar. Y a
cada trabajador, calificado o no, el respeto que merece su obra. El copyright
siempre fue un tema en todas las creaciones literarias, musicales, culturales
en fin, y periodísticas.
Las
horas/hombre que demanda hacer los comentarios carrera por carrera que aparecen
en REVISTA PALERMO, partiendo de las "telas" que envían los
hipódromos de Palermo y San Isidro no antes de las 16 de cada martes, que es
cuando el listado de ratificados queda listo, requieren ingentes esfuerzos
para que el lector tenga en sus manos la revista diaria con al menos 24
horas antes de la primera campanada. En el caso de Palermo Blanca, sus fórmulas
se arman casi sin tiempo de estudio, quince horas antes de que el aparezca la
edición.
El problema
es que no sólo los lectores tienen a mano ese material indispensable para
apostar, sino también los inescrupulosos que con el simple expediente de
fotografiar una hoja de papel lo distribuyen en redes sociales o páginas web,
con lo cual se ahorran todas aquellas horas de producción y análisis de cada
carrera y la carga de contratar personal. ¿Para qué buscar cerebros y brazos
que trabajen, si REVISTA PALERMO ya me hizo el trabajo, sin costo alguno?
Hoy, la
virtuosa página del Stud Book, por caso, brinda una información detallada sobre
las campañas de cada sangre pura de carreras, incluso con los videos de las
actuaciones junto con los resultados, pero un comentario serio, con opiniones
fundadas, en base a sólo una carrera de referencia, sólo una, puede acarrear
entre 5 minutos y 10 por caballo.
Competir en
igualdad de condiciones no es esto. Esta publicación, como cualquier
emprendimiento industrial o comercial, ofrece un servicio que tiene un
valor y un costo, y gana la calle antes que casi todos los demás medios, que
aprovechan esa ventaja y entonces vierten sus opiniones. No se podría llevar
adelante el trabajo en esta Redacción sin que los periodistas, cronometristas y
diseñadores obtengan una remuneración. Hay un ejemplo de ayer, martes: la
edición Azul llevó en tapa a Napoleón Hit, candidato en el Clásico Pedro
Goenaga, que el domingo ya estaba retirado, porque irá directo a Estrellas
Juvenile. La tira del Bosque, que no organiza un concurso, tenía el casillero
del candidato de Revista Palermo en blanco; los otros, sumaron un acierto.
Los
pronósticos y comentarios ocupan casi full-time a seis periodistas calificados,
en esta compañía. No puede sentarse a hacerlos con eficiencia un periodista
inexperto. Sí, en cambio, con lo que le enseñaron en las academias podría hacer
la crónica de un choque en la vía pública o pararse con un micrófono y una
cámara a contar y describir quiénes son los que están ingresando a un mitin
político o a una premiación del mundo del espectáculo.
Pero las
carreras, ese jeroglífico al que dice enfrentarse un neófito cuando se
encuentra con la Rosa o la Azul, requieren un background, como les pasa
a los periodistas especializados en economía, política, cultura, policiales,
costumbres, salud, deportes, espectáculos, arte. Para el cronista de turf -el
más especializado-, la compilación de esa información no es un mero tipear de
teclas. Todos los interesados en la hípica aprenden a leer una tabulada y no es
gratis opinar y elegir candidatos en un medio donde el resultado es rey. El
turf, mal que nos pese, no es apenas un entretenimiento, para muchos. Por todo
eso, REVISTA PALERMO solicitó que sus "triples fórmulas" no sean incluidas
en "La Tira", el concurso de pronósticos del hipódromo de San
Isidro.
El costo de
armar una fórmula de tres caballos en una carrera se siente en la credibilidad,
es mucho más que un comentario en las redes sociales, y para acercarse a lo
óptimo en este sentido los datos son fundamentales. La opinión, la moneda al
aire, viene después. El fin de una publicación es vender revistas, bien
comercial. Pero para llegar a eso hay que ser creíble y contar con el bagaje de
información necesario. REVISTA PALERMO lleva 100 años en estos asuntos.