Contundente. No cabe otro calificativo para el triunfo de Dark Love (In The Dark) en el Gran Premio Estrellas Juvenile (G1-1600 metros). No tuvo rivales desde que pasó a dominar a poco de pisar la recta de césped y terminó ganando por paliza el último cotejo de grado máximo para su generación en este primer semestre.

Eduardo Ortega Pavón lo puso rápidamente en la segunda ubicación, detrás del puntero Iron Forge (Forge) y vino cómodo por fuera. Así pisó la recta, en los 450 ya estaba adelante y ya no hubo más para nadie.

El representante de la caballeriza San Isidoro transformó el cierre de la competencia en un monologo para arribar a la línea de sentencia en 1’34”18/100, con siete cuerpos de ventaja sobre Empeñoso Craft (Mastercraftsman), que atropelló en el epílogo para dejar tercero a dos largos y medio más a Epityrum (Portal del Alto).

Consagratoria actuación de Dark Love, un pupilo de Enrique Martín Ferro que había caído por poco en el estreno palermitano para luego imponer condiciones en ese mismo escenario por 13 cuerpos, prácticamente de punta a punta. El cambio de superficie no lo afectó en lo absoluto, como para ubicarlo en lo más alto de un ranking que aún no tiene un dueño definido.

Seguramente seguirá el camino a la Polla de Potrillos (G1) del mes de septiembre, la misma carrera que consagró a su padre en 2016. Sus propietarios y demás allegados tienen derecho a ilusionarse, porque la imagen que dejó en sus dos últimas entregas no es frecuente verla en pistas criollas.