El análisis previo de la carrera arrojaba que iba a tener un desarrollo intenso por la presencia de varios ejemplares con predisposición para correr en la punta. Y esa posibilidad alentada la chance de los atropelladores. La misma lectura deben haber hecho los entornos de Lawson, Subsanador y Satu, principales figuras de la competencia y a los que la mayoría se imaginaban moviendo la carrera al frente.

Sin embargo, a la hora de la verdad el cotejo tuvo un trámite con otro protagonista al frente, Love The Races que, mientras sus rivales esquivaron agarrar la punta, asumió con decisión esa responsabilidad y construyó así su victoria desde las bases.

Los adversarios nunca imaginaron que el verdadero enemigo estaba adelante, y cuando fueron a buscarlo ya fue demasiado tarde. Porque administrado de manera excepcional por Gonzalo Borda -heredó la monta porque Francisco Gonçalves eligió correr a Subsanador-, el pupilo de José Luiz Correa Aranha se encomendó al disco, el que alcanzó con 1 1/2 cuerpo a favor y tras 1'36''25c. para la milla.

Sólo tres chirlos le bastaron a Borda para asegurar el triunfo del hijo de Hurricane Cat que sumó la quinta victoria al hilo en San Isidro y la primera en el más alto nivel, en el regreso de la chaquetilla de Vacación a un podio de Grupo 1 después de mucho tiempo.

El segundo puesto finalmente quedó en poder de Satu que, en su nueva versión atropellador, había llegado tercero a la cabeza de Lawson, pero ganó un puesto tras el reclamo de oficio de la comisión de carreras en contra del escolta en la pista. 

Love The Races siempre gozó del alto concepto de su gente, una valoración a la que el alazán terminó de responder nada menos que en la carrera más exigente de su campaña.