“Pocas veces vi una carrera tan mal corrida”, opinó un ex jockey sobre el Gran Premio Estrellas Mile (G 1) y uno pensó que era un punto de vista más, seguramente exagerado. Pero cuando el hipódromo de San Isidro dio a conocer sanciones para Eduardo Ortega Pavón, Adrián Giannetti y Gonzalo Borda pudo comprobar que no había tal sobredimensión en el tema.
“Si los jockeys
de antes veían eso, se mueren”, agregó ese hombre, que casi dejó la vida en la
profesión de las fustas, los cascos y los breeches, hace décadas. Ortega fue
suspendido por dos reuniones por “perder la línea en los tramos finales” de esa
prueba, en la que montó a Lawson. Las molestias causadas las sufrió Satu, al
que montaba Adrián Giannetti, que fue sancionado con una fecha de
inhabilitación “por no reclamar, vistos los inconvenientes sufridos”.
Finalmente, Borda
fue apercibido por una maniobra común en los punteros que se ven en peligro,
cuyos jockeys modifican un poco o mucho su línea para intentar que el rival se
prevenga y baje sus bríos. Gonzalo dirigió a Love The Races, el ganador de la
carrera, que evidentemente fue beneficiado porque no hubo pena para una acción
que no fue gratis.
“Borda viene en
26”, la carrera se gana en 36”; a Giannetti le tocó un desarrollo enmarañado,
quiso ir por dentro y no encontró paso, entonces buscó por afuera”, dice el
gran Beto Díaz. “Se está corriendo mal”, agrega. Y sobre otro caso, la rodada por
la que recibió 10 fechas de suspensión Francisco Fernandes Gonçalves
y de la cual resultó con fractura de clavícula y lesiones en una costilla Octavio
Arias, en La Plata, analizó: “Se pudo haber evitado. Muchos lo defenestraron
-al brasileño-, otros lo defendieron. Lo cierto es que hay otro caballo que lo
ajusta a él. Todas las carreras hay que preverlas, siempre hay tiempo, pero se
debe venir a dos cuerpos del que está adelante en la misma línea”.
Por supuesto,
aunque no es sólo un nostálgico y ve todas las carreras, Beto dice: “En general
los jockeys buenos no provocaban una rodada; te cuidaban, se los respetaba, se
les hacía caso, eran muy profesionales. ¿Cuándo se vio que doblen el codo en
una línea de 10?”
El testarudo
Bob Baffert
La inhabilitación
al entrenador Bob Baffert por haber resultado positivo de betametasona -un
corticoide- el análisis de su pupilo Medina Spirit, ganador en la pista del
Kentucky Derby de 2021, sigue teniendo remezones. Ahora, a Baffert se le
extendió la sanción por todo 2024 para presentar sus caballos en los hipódromos
de Churchill Downs Corporation (CDI) por su “continua” prédica “falsa” que
“atenta contra las reglas de seguridad de jockeys y caballos, y de la
integridad e imparcialidad de las carreras en nuestros hipódromos”.
El cuidador no
pudo presentar sus competidores en el Kentucky Derby este año y el pasado y ahora
se sabe que no podrá hacerlo en 2024, cuando finaliza la suspensión original.
La queja de Baffert, que fue el preparador de American Pharoah y Justify, los
últimos héroes de la Triple Corona de los Estados Unidos, va desde la oposición
a las reglas del Estado de Kentucky, que aceptó respetar con su firma previo al
Derby de 2021 y luego no cumplió, hasta negar que usó un medicamento de uso cutáneo,
que es el que contenía aquella droga.
Presionar a
instituciones o medios cuando se sabe que hay hechos irrefutables que no se
pueden desmentir -no son meras opiniones- es una práctica que se puede observar
también en nuestra hípica, incluso en sectores colaterales pero con pretendida
influencia, lamentablemente.