Esta tarde, incluso aliviada en los últimos metros de la competencia por su jockey, William Pereyra, la representante de Tres Jotas conquistó por 3 cuerpos el Clásico Miguel Luis Morales (G2), logró su sexta victoria en sólo siente salidas y, además, alcanzó su quinta conquista jerárquica de las cuales cuatro son de nivel gradual. Sin dudas una foja de servicio difícil de empardar y a estas alturas similar a la de Celestial Filly -se mantuvo invictas en 7 presentaciones hasta su fracaso en el Gran Premio Jorge de Atucha (G1)-, la líder del ordenamiento local hasta que su entorno buscó otros horizontes más ambiciosos.

Aunque Pereyra se vio obligado a hacerle sentir el látigo en pleno codo -como otras veces la hija de Angiolo se estiró en ese tramo de carrera-, una vez que pisaron la recta la criada por El Paraíso resolvió el compromiso de manera soberbia. Porque mientras dominaba en cuatro saltos a la puntera Bella Giulia y se sacaba de encima a Pecadora Joy que había venido marcándola de cerca; se encomendó al disco y, aunque desaceleró en los últimos metros a pedido de su jockey, de todos modos alcanzó la meta con 3 cuerpos de diferencia sobre una Tobera que se aseguró el sitial de escolta de atropellada.

En su primera salida en la milla la potranca de Juan José Caligiuri ratificó lo que ya se sospechaba, y es que a medida que aumenten las distancias exhibirá lo mejor de su repertorio. Es decir que para Madonna Benois lo mejor aún está por suceder. La barra, agradecida...