Los aumentos en los premios siempre saben a poco. O a que los hipódromos podrían hacer un esfuerzo más para atender a uno de sus clientes más preciados: el propietario. Es difícil que algún dueño de un stud o de un solo caballo se conforme con los avisos de incrementos, literalmente anunciados, o con el eufemismo “nueva escala de premios”, como para que las modificaciones suenen menos rimbombantes en los oídos de los que invierten en un sangre pura de carreras. Ni hablar los cuidadores, que están como en un estado deliberativo, por encontrarse día a día y hablar de uno de sus temas recurrentes.

Palermo, San Isidro y La Plata subieron los montos alrededor de un 25% a partir de este mes, tratando de que se sintiera lo menos posible el cambio en las categorías por edad, manteniendo los valores al pasar de 2 a 3 años, como es el caso de perdedores en 1400 m o en 4 años que no ganaron, en la recta, por mencionar un par de pruebas observadas al azar. En el escenario porteño se mantiene el bono especial de 30.000 pesos para los puestos sexto al décimo en las competencias comunes.

Más de una vez, Juan de la Cruz Ramallo, presidente de la Comisión de Carreras del Jockey Club, explicó que los fondos se usan también en obras como la mejora de la redonda baja -antes redonda de verano, caracterización que no tiene sentido en esta época-, donde será instalado el piso de caucho y el sendero de cemento. La iluminación es otro de los ítems que se mejoraron en los últimos meses, y se espera que se liberen en la aduana las gateras australianas.

Las recaudaciones están en alza en los tres escenarios centrales y no hay dudas de que los pozos extra tienen su atracción, aun en reuniones sin clásicos de fuste. Hace dos semanas en San Isidro se registró juego importante, de más de 142 millones un miércoles con pozo abultado en una cuaterna, con un promedio de casi 9 millones por carrera. Y el viernes siguiente se juntaron más de 172 millones y 10.782.090 de promedio. Números que hacen pensar si los premios podrían tener un nuevo ajuste hacia arriba pronto, el mes próximo tal vez.

Cualquier número se va a quedar corto con lo que se espera para el 7 de octubre en San Isidro, cuando se corran el Gran Premio Jockey Club (G 1) y el Gran Premio Latinoamericano (G 1), ambos en los 2000 metros de césped.

Por octava vez, la carrera continental se realizará en el hipódromo del Jockey Club Argentino, compartiendo la cartelera ahora con la segunda gema de la Triple Corona, que será la “Copa Longines” y ofrecerá 40 millones de pesos en premios.

Y hablando del Latino, para el 25 de agosto en San Isidro está previsto un clásico Non Grade sobre 2000 metros, a peso por edad, para tener como referencia y así nominar al que seguramente acompañará a Natan. “No teníamos carrera de 2000 m en el pasto, tampoco Palermo; todo es en 2400 m en el césped”, explicó Juan Carlos Echeverz, vocal de la Comisión de Carreras, quien no descarta que incluso Natan sea de la partida por la condición de la prueba, idéntica a la del Latino.

Por otro lado, trascendió que, para el Jockey Club, Longines incorporará unos 40.000 o 50.000 dólares a la bolsa. El dato negativo es que probablemente sea el último año de la fi rma suiza de relojes como sponsor del Latinoamericano, una circunstancia que pondría en riesgo la continuidad de la carrera.

La fecha lo ameritaba y los 100 años de Revista Palermo, que se cumplieron el sábado 8, pudieron celebrarse en el hipódromo Argentino porque sus autoridades sumaron el título “Copa Revista Palermo, 100 Años” al del Clásico Chacabuco (G 2). Pero no se quedaron en eso, entonces el resto de las carreras del día llevaron los nombres de integrantes históricos de la Redacción y el cronómetro. Un detalle para recordar siempre.