A la hora de la verdad nada le importó al magnífico Irwin que exhibiendo en la pista esa categoría de ganador de Grupo 1 hizo sencillo lo que parecía complicado y reapareciendo de 5 meses se adjudicó el Clásico 9 de Julio (G2) por 4 cuerpos.

La ausencia de Satu, el candidato, le restó algo de brillo al cotejo, pero en lo absoluto las expectativas que generaba por el hecho no saber con qué tipo de desarrollo se iba a encontrar el aficionado. Una circunstancia que le agregaba aún más atracción a la carrera.

Pero el inesperado puntero Bequepingo, que evidentemente asumió esa responsabilidad ante la falta de otro rival que lo hiciera, terminó allanándole involuntariamente el camino a la victoria a un Irwin cuyo jockey, ante la presencia de un vanguardista decidido como el del Hs. El Ángel De Venecia, se quedó a las patas de éste y aguardó la recta.

Llevándolo a mitad de cancha, por el lado más firme del terreno, Moreyra llamó a correr de firme al crédito de Volver Al Futuro, el zaino pasó de largo a la altura de los 300 y se marchó rumbo a su quinta conquista jerárquica.

El favorito Love The Races, en tanto, no fue ni la sombra del que había ganador el Gran Premio Estrellas Mile (G1) de punta a punta y finalizó sexto.

Con un nuevo entrenador, Pablo Sahagian, -el quinto en su campaña- y un piloto llamado a último momento (iba a correrlo Francisco Gonçalves, quien o había trabajado pero se quedó con Love The Races), Wilson Moreyra, Irwin volvió a la competencia victorioso y con ganas de ser protagonista de aquí en adelante.