Carreras de las Estrellas está teniendo un crecimiento notorio en cantidad de inscriptos, que es inversamente proporcional al número de nacimientos de caballos pura sangre. En 2011 se alcanzó una cifra inédita de pariciones, con 8955, y desde ese punto empezó a descender -o a sincerarse- hasta los 6405 de 2020, cuando se inició el camino de un lento repunte que alcanza a 6607 del año pasado.

La Fundación Equina Argentina (FEAR), que organiza la serie que tiene su acontecimiento máximo al finalizar cada primer semestre, desde hace 34 años, pasó de los 1500 inscriptos a los 1700-1800, cuando el furor por los padrillos fuori clase empezó a apagarse. Por eso, sin un crecimiento marcado aunque sostenido en los nacimientos, aquellos 1700 anotados durante la crisis del Coronavirus saltaron a 1900 en la post pandemia. Ahora ya hay 2200 inscriptos y para los nacidos en 2022 las consultas desde el Interior son ahora para 4 o 5 ejemplares por criador, no son tan selectivas.

“Se mantuvo la tendencia aun cuando bajó la producción general”, detalla Darío Serino. “De 2014 para acá salieron haras grandes, pero los caballos están”, agrega sobre los números que ofrece el Stud Book. “Lo bueno es que el incremento de las inscripciones se pudo traducir en premios, con los extras en las condicionales, sobre todo”. También hay que decir que la expansión de Carreras de las Estrellas en el Interior, con sus clásicos regionales, es una razón para que crezca la cantidad de ejemplares.

El ejecutivo opina que la semana que viene se conocerán cifras cercanas a las definitivas: “Los haras grandes ya inscribieron; los que tienen menos madres esperan más”. Y aseguró que la doble jornada de junio funcionó. Incluso, Serino piensa que hubo una especie de derrame porque la reunión con los Encuentros Provinciales en Palermo tuvo una gran aceptación al otro día, en las siempre fechas de los domingos.

En la actualidad, los tres hipódromos tienen la misma cantidad de reuniones, pero está claro que los sábados suponen un nudo gordiano. La última vez que La Plata ocupó esa jornada hizo 88 millones de recaudación contra 172 millones de San Isidro -sábado- y 115 de Palermo. Lo cierto parece ser que “La Plata les acota los fondos a los dos grandes”, según algunos observadores que no necesitan una lupa para advertir el dato. El Bosque dispondrá de seis sábados este año.

El Sistema de Importaciones de la República Argentina (SIRA) o el permiso de importación que rige en este país, es una de las trabas que en este momento condenan a todas las empresas, de cualquier rubro, a la pena de demorar cualquier iniciativa o dificultar sus actividades normales, de rutina. El hipódromo de San Isidro obtuvo la autorización para ingresar las nuevas gateras australianas que adquirió hace más de un año después de seis meses de espera en la aduana. Los aparatos están liberados desde hace diez días, pero ahora tiene un problema similar en su laboratorio.

“No es falta de reactivos, estamos pendientes de que el SIRA nos autorice un nuevo cromatógrafo”, señaló Pablo Piffaretti, vocal de la Comisión de Carreras del Jockey Club, que adelantó que los análisis de la reunión de Carreras de las Estrellas, aún pendientes, podrán estar este fin de semana, un trámite imprescindible para liberar el pago de premios por parte de la FEAR.

Como se sabe, el laboratorio de San Isidro fue seleccionado por la International Federation of Horseracing Authorities (IFHA) como referencia para América del Sur y recibe muestras de varios hipódromos, entre ellos Palermo y La Plata. 

Sobre las gateras, el directivo apuntó: “Pensamos en fines de agosto o mitad de septiembre para habilitarlas. Los técnicos de la empresa de Australia que deben armarlas y capacitar sobre su funcionamiento vendrán en la primera quincena de agosto”. 

En la Argentina, la burocracia se usa para disimular la falta de divisas.