Después de
que la Asociación de Vareadores de La Plata recibiera el sábado último el
llamado de la administración del hipódromo anunciando el inminente pago de la
deuda con los trabajadores, y de que en consecuencia se solventaría el riesgo
de otro paro para la reunión de ayer, martes 15, se conoció la otra noticia que
se esperaba: el Clásico Polla de Potrillos se correrá el martes 22.
Mariano Cowen, administrador del Bosque,
aseguró que se va a pagar junio y julio. “Además, nos adelantó que se van a aumentar
los premios en un 20% este mes y 20% el siguiente”, dijo uno de los
sindicalistas del sector que decidió la medida de fuerza que dejó sin reunión
al escenario platense el jueves 10.
En el comienzo del conflicto, el hipódromo
alegaba que disponía de los fondos para hacer los pagos, pero que la
liquidación se hace sólo cuando el laboratorio responsable de los análisis a
los caballos diera los resultados, en este caso de dos reuniones de finales de
junio. Ese laboratorio es el del hipódromo de San Isidro, que debió enviar los
resultados a los 21 días de las carreras, pero los dos cromatógrafos de que
dispone sufrieron desperfectos en 24 horas y la falta de repuestos por las
restricciones para importar, demoraron las reparaciones. Las gestiones para
autorizar importaciones se hacen eternas –en cualquier actividad- por los
problemas de la economía de este país para obtener divisas.
Como se sabe, los controles químicos se
efectúan sólo a 1° y 2° de cada carrera. Bernardo Lalanne, subadministrador de La
Plata, explicó: “Por ley no podemos pagar 1° y 2° sin liberación del informe
del doping, pero la monta perdida, los incentivos, y los premios de 3°, 4° y 5°
se abonan a las 24 horas”. El laboratorio del hipódromo del Jockey Club fue
elegido para ser considerado en el futuro como “de referencia”, el paso previo
a una homologación.
Para Lucas Vera, representante de Vareadores, este
“es un justo reclamo de los trabajadores”, y Matías Guzmán, de la Unión de
Profesionales, dijo que “acompañaba” a los vareadores, pero que no estaba de
acuerdo con un paro. Los jockeys, en efecto, estaban listos en su vestuario
para salir a la pista, el jueves. Mientras tanto, el administrador Cowen había
calificado la huelga como “política” porque “San Isidro paga con el mismo
atraso y no le hacen paro”, especuló. Trascendió, desde la conducción del
hipódromo, que la interna de Juntos por el Cambio para gobernar la ciudad de La
Plata, entre Julio Garro, actual intendente de la ciudad, que busca su tercer
mandato, y el senador provincial Juan Pablo Allan, jugó su papel en el
conflicto. Garro se impuso y ahora se enfrentará con Julio Alak, de Unión por
la Patria, en octubre.
La realidad es que si no se cumplen las
obligaciones, el trabajador es el que más lo sufre, pero también lo es que si
se ofrecen las explicaciones que llevan a una situación, se debe obrar con
responsabilidad porque son varios los sectores que actúan en una reunión hípica
y que pierden los ingresos de una jornada, incluyendo a los medios de
comunicación. La experiencia acumulada y la desconfianza pesan más, por el
momento, a la hora de adoptar definiciones.
El sistema de puesta al día de los premios
tiene tiempos que, en la Provincia de Buenos Aires, dependen de la liquidación
de los fondos que giran los bingos a partir de las ganancias de sus máquinas
tragamonedas. Fondos que son manejados desde dos frentes reconocibles: uno, las
necesidades de un gobierno, que se ve tentando a distraerlos de su finalidad
para otros menesteres, sin explicarle a la sociedad que no se extraen de sus
impuestos; el otro, los intentos para reducirlo hasta que desaparezca, también
con argumentos que por lo menos demuestran ignorancia.