El Clásico Diego White (G3-1700 metros), reservado para potrancas de la generación 2020 y antesala del Gran Premio Selección de Potrancas (G1-2000 metros), terminó convirtiéndose en un monólogo de Bella Giulia (Daddy Long Legs), que tomó la punta ni bien se abrieron los partidores y se vino en un viaje sin escalas hasta el disco.

Sin Madonna Benois (Angiolo) ni Tobera (Fortify) entre sus adversarias, la representante de la caballeriza Laredo, que había caído ante aquellas en su primera visita al Bosque, encontró el camino allanado a la victoria.

Rápidamente, embalada por Eduardo Ortega Pavón, sacó una clara ventaja, que al pisar la recta era de unos diez cuerpos sobre su principal perseguidora, y en el cierre, como era lógico de esperar, aflojó un poco el ritmo de carrera y terminó venciendo por cuatro cuerpos a Flavie (Seahenge), que atropelló fuerte desde atrás en el epilogo pero nunca comprometió a la ganadora. Todo en 1’44”16/100.

Dejó grata impresión la criada en el Haras Abolengo que atiende Nicolás Martín Ferro, que había salido de perdedora en la milla de césped de San Isidro para luego fallar en el Gran Premio de Potrancas (G1-1600 metros) y en el Gran Premio estrellas Juvenile Fillies (G1).

Recuperó terreno al pisar por primera vez este escenario en el Clásico Miguel Luis Morales (G2), también sobre 1600 metros, y este domingo alcanzó la victoria más importante de su breve campaña, compuesta por seis salidas a pista.

¿Apuntará al GP Selección de Potrancas? La lógica indica que sí. Tendrá en ese compromiso un examen más exigente que este sobre tres cuadras más. Claro que considerando que su madre ganó en ese tiro, la ilusión de verla repetir está más latente que nunca.