La potranca Equipada a Tope (Fortify) ya había demostrado su clase al sumar sus dos primeras victorias en el terreno condicional y esta vez ratificó aquella impresión al imponerse de punta a punta en el Clásico Ramón Biaus (G2-2200 metros), tradicional cita palermitana en la que dominó de inicio a fin.

Fue tal la superioridad de la pupila de Nicolás Martín Ferro, que poco importó la ventaja que dio al abrirse un montón en el último tramo del último codo. Ese "hándicap" no terminó siendo factor en una definición que fue bastante cómoda: hubo un cuerpo y medio sobre otra potranca, Erase Una Vez (Il Campione), que vino fuerte desde atrás pero poco pudo hacer.

Eduardo Ortega Pavón, el jockey que la montó en sus nueve salidas a pista, ubicó en la delantera rápidamente a la defensora de la caballeriza La Natividad, que no dejó más esa posición de privilegio pese a ser seguida por No Words (Fortify) hasta los albores del derecho final.

Ahí se abrió a más de mitad de cancha y parecía que la victoria se le escapaba, pero faltaba que su jinete pusiera el último cambio de velocidad para contener la atropellada de la conducida por Martín Valle, que también realizó una buena carrera.

“Siempre la tuvimos como una buena yegua, pero al principio no respondió y no lo podíamos creer. En los últimos tiempos empezó a rendir como lo hace en las mañanas. Se notó que le faltaba distancia”, señaló Orteguita tras la competencia.

Tercer triunfo, entonces, para la criada en el Haras Abolengo, que es hija de una hermana materna de Equal Stripes y parece lista para nuevas hazañas, siempre en las pruebas de fondo.