Es verdad que el historial del Gran Premio José Pedro Ramírez (G1 – 2400m, US$ 200.000) tiene un dominio argentino contundente. Sin embargo, la demostración de Ever Daddy (Daddy Long Legs), el último sábado, fue extraordinaria por todo concepto. Por el tiempo empleado (2m27s62), que quedó a nada del récord de Sing-A-Song (2m26s64), y por la concreción del triunfo, con un dominio abrumador, que se vio plasmado desde el primer salto y en los imperceptibles movimientos de William Pereyra, que lo dirigió de maravilla, dejando siempre la sensación de que el argentino sobró la categoría.

Entrenado por Juan Saldivia y Roberto Pellegatta, el del Stud Tramo 20 le dio al haras Abolengo otro motivo de festejo, justamente con un descendiente de Empiric, la matriarca del establecimiento de los Menditeguy, que es la sexta madre del ganador, pues ambos pertenecen a la línea materna 6-f, la de la E.

Dicha conquista se sumó a la obtención del Gran Premio Nacional (G1 – 2500m), en Palermo, en noviembre de 2023, cuando se adelantó con claridad a El Kodigo, que en septiembre había sumado la Polla de Potrillos.

Ever Daddy brindó un espectáculo superior en Maroñas, un trazado en el que los caballos argentinos se sienten a gusto pero que no se había podido plasmar en las gestiones de los demás argentinos que completaron la delegación: Rudy Trigger, Tomasito León y Tobera rindieron debajo de lo esperado y eso ponía un manto de dudas respecto de cómo sería el desempeño del potrillo que había perdido en su estreno, cuando fue segundo de My Stormy Dark en el Especial Penna (1600m), para luego salir de perdedor en la milla y luego sumar el Clásico Martínez (G3 – 1800m), antes de ganar el Derby.

Esta vez acompañó la carrera y encimó al puntero en el codo, para pisar la recta al frente con un andar que despertó admiración entre quienes se acercaron hasta el circo montevideano y lo hicieron favorito.

Y el nieto de Halo Sunshine devolvió ese voto con un triunfo consagratorio, al adelantarse por seis largos a Rock Walk (T. H. Approval), un reservado de Phillipson que había conquistado la Polla de Potrillos uruguaya. Tercero, a cuatro cuerpos, arribó Pluto (Discreetly Mine), otro del Phillipson, titular del GP Municipal (L – 2400m) y parte del equipo de cinco representantes que tuvo la divisa brasileña.

Rammel, tercero de Ever Daddy en el Derby de 2023, animó la carrera, pero finalizó sexto a quince cuerpos, corriendo más cerca de la punta y cediendo lugares en la recta final. Lo de Ever Daddy fue sublime pero se opacó cuando en el regreso se lo notó manco, mientras era traído de tiro por un palafrenero. Su andar no era normal pues se lo notaba molesto de uno de sus miembros anteriores, situación que encendió luces de alarma.

En la premiación los festejos se hicieron notar y la bandera argentina lució en los brazos de William Pereyra, al grito de ¡Ar-gen-tina, Ar-gen-tina!, gesto que la afición local recibió con respeto para devolverle un merecido aplauso a un potrillo que maravilló a propios y extraños…