Se dice que un accidente no es tal cuando el mismo se puede evitar, y precisamente eso es lo que sucedió en la definición del Clásico Saturnino J. Unzué (G2), donde el jockey Miguel Ángel Sosa no pudo evitar que su conducida Una Mirella, que ya había dominado a la puntera y gran favorita Papusa Pass, se cruzara delante de la reservada de El Alfalfar y la hiciera rodar cuando ya habían cruzado el disco. Una caída en la que también terminó implicado Jorge Peralta, quien no pudo evitar el choque con su compañera de sedas y cayó pesadamente sobre la arena.

La imagen de frente del final terminó arrojando cierta luz sobre lo que había sucedido, porque en principio la sensación había sido que la conducida por Francisco Gonçalves había sufrido una lesión y eso había originado su caída. Pero en esa toma se pudo apreciar claramente que la ganadora en la pista cruzó a su rival y la hizo rodar. Lo que sin dudas da lugar a la polémica es que el hecho sucedió después de que la ganadora en la pista ya había cruzado el disco. El resto corre por cuenta del exclusivo criterio de los jueces, y el hecho de que la vencedora haya hecho rodar a su vencida seguramente pesó en la decisión de los mismos. 

Llegó el reclamo de oficio del comisariato y tras varios minutos la rectificación del marcador, distanciando del primero al último lugar a la potranca de Tinta Roja -quedó trunco un doblete notable de la caballeriza y mucha bronca en su gente- y colocando la chapa del número 7 en lo más alto del marcador.

De esa forma, polémica por cierto, Papusa Pass mantuvo el invicto en su tercera salida, logró su segundo éxito gradual y ya es una de las figuras de la generación 2021.

Respecto de los jockeys accidentados, se vio reaccionar rápidamente a Francisco Gonçalves. Mientras que Jorge Peralta quedó tendido en la pista. Ambos fueron trasladados al Sanatorio Bazterrica para ser atendidos y sometidos a los estudios de rigor.