Qué más se puede decir de Labrado. El hijo de Le Blues, con Wilson Moreyra en su montura ganó su sexto cotejo de Grupo 1 al quedarse con Gran Premio Estrellas Sprint (G1-1000 metros), repitiendo el éxito alcanzado el año pasado, también en la recta verde del Hipódromo de San Isidro. Y sumó su tercera Estrella tras haber conseguido el Clásico Estrellas Sprint Junior en 2022, esa vez en Palermo.

Ganó fácil una carrera compleja, pero lo más importante es que se lo ve cada día más maduro. Al igual que en su última labor, no dio complicaciones en gateras y salió como un rayo en busca de El Fruto (Il Campione), otro caballo notable al que su trainer convirtió en gran veloz tras correr la vuelta en sus inicios, que salió a marcar el camino buscando rápidamente media cancha.

Atacó por fuera Moreyra, el jockey de toda la vida del criado en el Haras El Paraíso, y en los 200 finales salió con una potencia extraordinaria para vencer al del Tres Jotas por 3 cuerpos en 58”18/100, gran registro para una pista que como no está para grandes marcas. Tercera, al pescuezo del escolta, finalizó Piedra Preciosa (In The Dark), otra gran sprinter.

Fue el undécimo triunfo del pupilo de Ángel Bonetto en 15 salidas a pista, décimo en el terreno jerárquico y seto de grado máximo. A ellos hay que sumarle tres segundos puestos y un tercero que redondean una campaña pocas veces vistas en nuestro país.

El representante de la caballeriza Don Ariel es un crack con todas las letras y está listo para esperar a los veloces de la nueva generación para enfrentarlos en el segundo semestre en los cotejos más importantes de ese período. Será difícil que lo puedan bajar, ahora en el mejor momento de su campaña, a horas de cumplir 5 años.