Giustino mantuvo el invicto en su estreno jerárquico, sumó su primera victoria gradual y se presenta como un ejemplar con aspiraciones a dejar su huella en la también codiciada Triple Corona, un objetivo que, además, un macho no consigue desde aquella tarde de 1996 -ya pasaron 28 años- en la que Refinado Tom pasó a la historia como el último en conseguir ese preciado trofeo que arranca con la Polla de Potrillos, justamente, continúa con el Gran Premio Jockey Club y finaliza con el Gran Premio Nacional.

Con todo eso por el momento puede soñar el nacido y criado por La Providencia, que mostró la misma calidad que había exhibido en ocasión de su estreno triunfal, esta vez después de dominar en los albores de la recta; metros después de que el puntero Arrosto saliera de cuadro en pleno codo por abrirse ostensiblemente y quedara así afuera de carrera.

Los últimos metros el hijo de Full Mast entrenado por José Luiz Correa Aranha los recorrió sin sobresaltos y controlando, bajo la exigencia de Eduardo Ortega Pavón, el avance de Descamisado que terminó escoltándolo desde 2 cuerpos, tras 1'21''13/100.

Desata ilusiones el invicto y clásico Giustino, y parece tener con qué para justificarlas.