Algunos caballos corcovean -Daniel Arias hizo milagro para no caerse de Folie Ninja, que lejos está de ser un potrillo inexperto-; otros van hacia adentro y otros hacia afuera. Algunos se la pasan saltando tramos donde el césped está raleado o caminos transversales en la recta. La inercia que provoca el codo muy cerrado por lo general expulsa a los ejemplares hacia afuera. Y a veces aparecen los coipos (eso no sucedió esta vez por suerte). Ese estado de cosas convierte a la pista en un verdadero circo romano. Sólo falta que entre Máximo Décimo Meridio, los otros gladiadores y el tigre. Ah, y de los parciales del cronómetro oficial de Palermo mejor ni hablar. Total, para qué...Si todavía corrés el riesgo de que te bauticen gil. Que nadie esboce una queja no significa que esté todo bien. Muy acostumbrada está la dirigencia a no rendir cuentas, pero tampoco hacen mucho por dar a conocer su descontento quienes forman parte de la actividad. Todos siguen "mal pero acostumbraus...", como diría Don Inodoro Pereyra. 

En medio de todo eso los jinetes y caballos hacen lo que pueden, se acomodan donde el trazado los deja y finalmente brindan un espectáculo digno como el que dio Monsieur Delon, pupilo de Jorge Mayansky Neer que dominando por adentro de todos bien temprano en la recta y rigoreado por Juan Cruz Villagra alcanzó el disco con el hocico delante de Chanclette que lo apuró en el final. Y éste a su vez resistió por la cabeza a Codigo Postal que batalló desde el vamos por el triunfo. Según el siempre sospechado reloj porteño, el tiempo de carrera fue 1'32''20/100.

En el primero cotejo jerárquico de la temporada Monsieur Delon consiguió su victoria más relevante, pero otras cuestiones que siguen sin solucionarse distrajeron parte de la atención.