El crédito del
stud Urquiza se impuso de banda a banda en el Clásico Ecuador (G2)
Con esa fórmula
con la que le vimos ganar más de una carrera, incluso el Gran Premio San Isidro
(G1), la más importante de su campaña, El Consorte volvió a ser ese puntero
inalcanzable y se alzó así con el Clásico Ecuador (G2), la otra prueba de
jerarquía dentro de la reunión que marcó
el regreso de las carreras al Hipódromo de San Isidro.
Eduardo Ortega Pavón
había vuelto a la montura del crédito de Urquiza en su presentación anterior, en
el césped de Palermo, pero sin suerte la que el zaino apenas pudo finalizar
séptino luego de tratar de imponer su juego.
Pero esta vez fue
diferente. Ortega Pavón lo puso adelante desde el vamos, el pupilo de Enrique
Martin Ferro se afirmó en la grama local, El Consorte volvió a ser El Consorte,
y emulando a Framea que en el Clásico Sibila (G2) se les vino de un viaje, este
millero rendido hizo lo propio.
Y arriba debieron
apretar los dientes el ejemplar y el jinete, porque entró con fuerza Nacho
Surge, y aunque descontó con fuerza llegó a la cinta del ganador que alcanzó
con ésta su quinta victoria gradual.
Rodrigo Blanco,
jinete de Fanciful en la anterior y de Nacho Surge en ésta, no podía creer los
dos finales que le tocaron perder. Al cabo, así suelen ser las carreras.