Fiel a su
costumbre, arremetió con furia en el final para adueñarse del cetro.
El Gran Premio Gilberto Lerena (G1) dio
continuidad a la jornada clásica palermitana, confrontándose yeguas de 3 años y
más edad, en recorrido de 2.200 metros sobre el césped. Allí, la que defiende
los intereses de Santa María de Araras, logró cruzar el espejo en ganancia para
darle el sello de gloria que le hacía falta a su campaña: una contienda de
mayor envergadura.
La alazana que condujo Rodrigo Blanco, se desplazó
en las posiciones de retaguardia, como le encanta, esperando el momento
oportuno para encimarse contra sus oponentes. El firme avance se hizo evidente
al pisar el derecho, cuando por líneas externas se le veía acercarse
paulatinamente mientras el comando se lo disputaban Doña Gota y Mahagonny.
El rush de la hija de Heliostatic se convirtió en
insostenible, y a pocos metros de la meta, pasó de viaje a la de San Benito,
que manifestó serias pretensiones de llevárselo todo. ¡Pero no pudo con la
entrenada por Dani Etchechoury!
Con ½ tanto de diferencia ante su rival más
cercana, la excelente corredora conquistó su séptimo triunfo tras 24
participaciones, deteniendo el cronómetro oficial al cabo de 2’14”93c, para
cristalizar, por el momento, el éxito
más importante de su vida pistera.