Más experimentada y con mayor fogueo, la tordilla de stud Prisionero que entrena Pedro Vega ya no necesita correr adelante y a destajo como lo hacía hasta hace un tiempo atrás, y sin dudas que esa nueva forma de moverse en carrera, más relajada, es la clave que produjo un punto de inflexión en la campaña de la hija de Unbridle's Dream.

Es cierto que tanto la gran favorita Elcisa (prometía un sport de $ 1,95) como La Linda Malcriada, dos yeguas evidentemente muy ligeras y las cuales le pusieron parciales muy intensos al trámite de la carrera, indirectamente terminaron beneficiando a la conducida por Kevin Banegas. Porque le permitieron venir observando desde la tercera posición y sin involucrarse en una lucha suicida que sin dudas la hubiese perjudicado.

En la recta, entonces, y cuando las punteras terminaron de incinerarse por el fuego que ellas mismas encendieron, My Dear Dream pasó al costado de sus rivales y sin necesidad de que su jinete la exigiera al máximo se encomendó hacia su primera conquista de jerarquía, la cual alcanzó con 2 cuerpos sobre Kali Mani que cargó pero sin comprometerla.

De esa forma, My Dear Dream logró en el plano clásico lo que no había podido conseguir en sus tres salidas condicionales anteriores. Es decir, volver al recinto de los vencedores.