Un fin de semana extraordinario se vivió en el turf mundial, y en los Estados Unidos se celebró el festival del “Belmont Day” con motivo al “test de campeones”, competición que citó a caballos de 3 años en recorrido de 2.400 metros sobre la arena, siendo este el plato principal en una programación que incluyó 8 contiendas de G1 en el mítico Belmont Park, y donde destacó el descendiente de Tapit que, tras perder su invicto el primer sábado de mayo en el Kentucky Derby, volvió a la acción para cristalizar, por el momento, el triunfo más importante de su destacada campaña que continúa prometiendo mucho.

El representante de Godolphin LLC que entrena Brad Cox y contó con la conducción del látigo panameño Luis Sáez, acudió a la cita como candidato del público debido a la inmensa calidad que demostró desde el propio momento en el que debutó, y que fue incrementando tras cada participación, incluso, perdiendo el primer eslabón de la trilogía cuando sorteó diversos tropiezos y pudo resolver para finalizar 4º con proximidad al vencedor.

No estuvo presente en el Preakness Stakes, siendo directamente preparado para esta ocasión, y libre de imponderables, el nieto de Elusive Quality se desplazó en posiciones intermedias mientras el gasto de la prueba lo hacía Hot Rod Charlie. Ya en la señal de los 800 definitorios, marcaba presión ubicándose en el 3º, y al promediar los 600 pasaba a pelear con el puntero, en lo que fue una batalla electrizante hasta restar 150 metros del espejo, cuando quebró la resistencia del entrenado por Doug O’Neill para dirigirse hacia la meta con firmeza.

Al cabo de 2’27”11c, el portentoso tordillo se acreditó el 7º lauro de su historial en 8 salidas a las pistas, elevando sus ganancias a más de 3.2 millones de dólares, y quedando más que listo para asumir su siguiente desafío, que pudiese ser el Travers Stakes en Saratoga. ¡Es un gran corredor!