La yegua de Rubio B se mantuvo con firmeza en la vanguardia para acreditarse el
mejor logro de su campaña.
Con broche de oro
cerró la tanda clásica en la jornada capitalina, específicamente en el Gran
Premio Estrellas Sprint (G1), donde se enfrentaron ejemplares de 3 años y más
edad sobre 1.000 metros, alzándose con la conquista la descendiente de Lizard
Island, que bajo la orientación de Francisco Goncalves doblegó a sus oponentes
con comodidad para heredar el cetro del kilómetro.
La entrenada por
Juan Carlos Etchechoury salió en el fuego desde que se abrieron las puertas de
las gateras para batallar por la batuta, y al promediar la mitad de la carrera
ya dominaba con claridad la situación. Era tanta la confianza de su piloto, que
la dejó desempeñarse a placer, y en ningún momento la exigió a fondo para que
acelerara, pues, no fue necesaria la orden para que la zaina firmara la
sentencia a su favor. ¡Tremenda performance!
Paró el reloj
oficial en 54”50c, estirando 1 largo de ventaja ante Luthier Blues. Así, la
nieta de Orientate coleccionó la 10ª presea dorada en su vitrina, pero
indiscutiblemente, la que consiguió en esta jornada es la más preciada.